Durante mi búsqueda laboral leí un libro llamado «De qué color es tu paracaídas». El libro es excelente, muy recomendable. Tiene varios ejercicios interesantes, pero el que más me gusta es el llamado “Siete Historias”. La primera que escribí fue sobre cómo fue el proceso de obtener mi certificación PMP. La historia recuerda la importancia de supervisar nuestra conversación interna. Luego de esta meta historia, va la historia propiamente dicha (valga la aclaración nerd):

La historia de cómo silencié a mi crítico interno y obtuve un certificado profesional.

Siempre quise obtener una certificación del Project Management Institute, pero es una de esas cosas que te quedan en el tintero y nunca encontrás el tiempo para hacerlo.

Este era el año. Dejé mi trabajo para dedicarme a proyectos personales y finalmente tuve el tiempo para hacerlo.

La primera decisión que tuve que tomar fue sobre el lenguaje. Nací en Argentina, por lo que mi idioma materno es el Español. Comencé a estudiar inglés a los 10 años y me mudé a Estados Unidos hace 6 años. He usado el inglés en mi trabajo por mucho tiempo, pero todavía hay algunas sutilezas del lenguaje que son difíciles para mí. Mientras investigaba sobre el examen de la certificación, descubrí que esto podría ser un desafío a la hora de pasar el examen. 

Las preguntas del examen no son simples y directas. Son párrafos largos que describen situaciones complejas de la vida real. Me tomó un tiempo decidir hacerlo en Inglés. Me encantan los desafíos, y esto me agregaba motivación al proyecto. Pude encontrar varias razones para certificar en inglés: mejorar el lenguaje, aprender más vocabulario técnico y sólo por el desafío.

Empecé un curso en Udemy, muy pero muy tedioso. Un señor repitiendo el contenido en un tono adormecedor. Pero estaba determinada. Medí cuanto tiempo me llevaría el primer capítulo, armé un cronograma detallado, puse 2x y lo terminé.

Me sentía muy confiada. Usé unos simuladores del examen y aprobaba con más del 80% todas las veces. Todo estaba encaminado… hasta que mi marido vio todas las fórmulas que tenía anotadas muy prolijamente en mi escritorio, y me preguntó: ¿Te dejan tener las fórmulas en el examen? M$%d4! Por supuesto que no, las tenía que aprender.

Primer gran obstáculo: Mi mente: Quién pone las reglas en el examen, Por qué creen que las tengo que memorizar, Como si al momento de evaluar un proyecto no pudiese googlearlas. Sólo lo están tratando de hacer más difícil sin sentido. No me gusta repetir cosas de memoria como una loca, etc. etc. 

OK, callate. No te acordás de tu entrenamiento de Compasión? Obviamente no, ya que te estás culpando por no recordarlo.

Solté la resistencia y comencé mi siguiente curso en Udemy: Fórmulas Matemáticas de PMP. Entonces me dí cuenta que si tenía sentido aprender las fórmulas, el concepto detrás de las letras y los símbolos. Hasta llegué a disfrutarlo.

Ahora sí estaba lista. Me registré en el capítulo de Silicon Valley, hice el pago y puse una fecha para el examen. Me sentí confiada y optimista.

Comencé a practicar con un nuevo simulador, recomendado por un miembro del chapter. Recién ahí entré en razón de que debía practicar estar totalmente concentrada por un periodo de 4 horas seguidas. Otro desafío a resolver. Los resultados eran mezclados, algunas veces aprobaba, otras no. La fecha se acercaba y empecé a entrar en pánico. 

Ay mi mente, mi mente: Deberías haberlo hecho en español. No sos lo suficientemente inteligente. No estudiaste lo suficiente. No practicaste lo suficiente. Tu inglés no es suficiente. Si me escuchara Brené Brown!

Casi lo pospuse, pero entonces me acordé de las sabias palabras de mi hijo cuando tenía 4 años.

Como parte de una presentación en su club de natación, debía saltar al agua desde una plataforma de 3 metros de altura. Lo hizo genial. Cuando me acerqué a felicitarlo me dijo:

Mamá, cuando estás en el borde, la mente te hace un truco, y se ve mucho más alto!

Mi mente me estaba haciendo un truco. Yo estaba preparada. No pospuse el examen, estuve enfocada durante 4 horas en un centro de exámenes en San José, con chequeos de seguridad como en un aeropuerto, y aprobé. 

Congratulations, You earned your Project Management Professional (PMP)® Credential. 

Con un puntaje superior a la media. En el puntaje según categorías, me fue mejor en Personas y Negocios, que en Procesos, como era de esperarse.

FIN

Mis aprendizajes: Me encantan los desafíos, y empezar de cero, investigar, estudiar y obtener resultados. Soy suficiente. Mi mente me hace trucos a veces, pero aprendí como silenciarla y seguir adelante.

Foto de Jess Zoerb en Unsplash