Lean In y McKinsey publicaron recientemente el reporte Women in the Workplace 2019.

Este estudio anual analiza el estado de las mujeres en las empresas de Estados Unidos. Este año, se recolectó información de 329 compañías que emplean a 13 millones de personas y se entrevistaron a más de 68.500 empleados para entender sus experiencias diarias. También se analizaron las tendencias de los últimos 5 años.

El reporte está repleto de información valiosa, pero me gustaría concentrarme especialmente en el punto 2: La importancia de la flexibilidad entre el trabajo y la vida personal. Cuando las políticas soportan el balance entre la vida y el trabajo, los empleados son más felices.

Los empleados demandan más flexibilidad y las compañías se están adaptando. La gran mayoría de las empresas brindan algun tipo libertad a sus empleados para setear sus propios horarios o para trabajar desde sus casas. El trabajo remoto es muy valorado por los empleados.

Por otro lado, muchos empleados se toman licencias porque se convirtieron en padres o porque tuvieron algún problema grave de salud personal o familiar. Sin embargo, lo hacen preocupados por las consecuencias negativas que esta decisión pueda provocar en sus trayectorias profesionales y en sus finanzas. Y esto es particularmente común para las mujeres.

Las mujeres sienten más consecuencias negativas cuando se toman licencia: 20% de las mujeres que se tomaron una licencia dicen que impactó negativamente en sus carreras, comparado con el 10% de los hombres. Las mujeres también tiene el doble de probabilidad de decir que esto tuvo un impacto negativo en su salud financiera.

Las parejas con doble carrera son cada vez más comunes. Hoy en día, 56% de los hombres tiene una pareja que trabaja tiempo completo, comparado con el 47% en el 2015. Y el 81% de las mujeres tienen una pareja que trabaja tiempo completo, comparado con el 75% en 2015.

La disparidad aumenta cuando los empleados son más seniors. 72% de las mujeres Senior tienen una pareja que trabaja, comparado al 37% de hombres del mismo nivel. En otras palabras, los hombres que progresan en el trabajo, tienen mayor probabilidad de tener una pareja que es ama de casa. Y con respecto a las responsabilidades de la casa, también hay una gran disparidad de género: 39% de las mujeres en una pareja con doble carrera, reportan realizar todas o la mayoría de las tareas de la casa, comparado con sólo el 11% de los hombres.

La buena noticia es que puede haber un cambio generacional con respecto a las tareas de la casa: las mujeres más jóvenes en parejas con doble carrera hacen menos tareas comparadas con mujeres de mayor edad en parejas con doble carrera.

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